La producción de insulina podría continuar durante décadas tras el inicio de la diabetes tipo 1, según un estudio reciente. Los hallazgos añaden a la creciente evidencia de que el periodo de tratamiento tras el inicio de la enfermedad es mayor de lo que se creía antes, apuntaron investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH).

«Tradicionalmente, se pensaba que la función de las células beta cesaba por completo en los pacientes de diabetes tipo 1. Sin embargo, los datos de este estudio y otros sugieren que el páncreas sigue funcionando a cierto nivel incluso décadas tras el inicio de la diabetes tipo 1», señaló en un comunicado de prensa del hospital la líder del estudio, la Dra. Denise Faustman, directora del Laboratorio de Inmunología del MGH.

Las células beta son un tipo de célula del páncreas que producen y almacenan insulina.

Los investigadores analizaron muestras de sangre de 182 pacientes de diabetes tipo 1 y hallaron que la producción de péptido C puede continuar durante décadas tras el inicio de la enfermedad y sigue respondiendo a los niveles de glucemia. El péptido C es un marcador sanguíneo de la secreción de insulina y la función de las células beta.

Los niveles de péptido C eran más bajos en pacientes que habían tenido diabetes tipo 1 durante más tiempo, pero la reducción fue gradual y no el declive súbito que se creía que ocurría en los pacientes de la enfermedad.

Incluso entre los pacientes que han sufrido de diabetes tipo 1 durante 31 a 40 años, el diez por ciento seguían produciendo péptido C y el funcionamiento de las células beta seguía intacto a niveles muy bajos de péptido C, según el estudio que aparece en la edición de marzo de la revista Diabetes Care.

Los investigadores afirman que los nuevos hallazgos sugieren que los pacientes de diabetes tipo 1 con niveles bajos de péptido C o enfermedad avanzada podrían beneficiarse de nuevos tratamientos para preservar o fomentar la función de las células beta.

«Nuestros resultados contribuyen al creciente cuerpo de evidencia que sugiere que podría haber una ventana de oportunidad más amplia para intervenciones terapéuticas, y también podrían ayudar a explicar la restauración pasajera de la producción de insulina que observamos en pacientes que recibieron BCG (el nombre genérico del fármaco bacilo de Calmette-Guerin) en nuestro ensayo clínico en fase 1», apuntó Faustman.

Fuente: http://www.healthday.com/