La sanidad valenciana financiará los dispositivos de medición continua de glucosa de 350 personas con diabetes mellitus tipo 1 portadoras de bomba de insulina, según informa la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública en esta jornada. El anuncio se ha producido tras la reunión mantenida con miembros del Comité del Plan de Diabetes de la Comunitat, sociedades científicas y asociaciones de pacientes.

De este modo, la sanidad valenciana se convierte en la primera comunidad en conseguir esta mejora en la calidad de vida de las personas con diabetes. La consejera Montón ha destacado que «se trata de una de las acciones del Plan para la asistencia Integral al Paciente Diabético de la Comunitat Valenciana en el que están trabajando grupos de profesionales y pacientes».

En concreto, los beneficiarios de esta medida serán los pacientes con diabetes mellitus tipo I que, a pesar de ser portadores de bombas de insulina tienen un mal control metabólico o glucémico, así como los pacientes con hiploglucemias graves de repetición o con hipoglucemias inadvertidas, y las mujeres gestantes que requieran una mejor planificación y control de la glucosa.

Así, los dispositivos que la sanidad valenciana va a financiar realizan una monitorización continua de la glucosa en tiempo real. Esta tecnología ha demostrado numerosos beneficios en el control del nivel de la glucosa en sangre (HbA1c), así como en la frecuencia de las hipoglucemias y también de su gravedad. De este modo, esta mejoría en el control de la enfermedad repercute de forma muy beneficiosa en la calidad de vida, la seguridad del paciente y las complicaciones médicas que son las que más cuestan a la sanidad valenciana.

Monitorización continua en tiempo real

Según ha podido saber Canal Diabetes los dispositivos que financiará la sanidad valenciana son el sensor y la bomba de Medtronic, ambos permiten la monitorización continua en tiempo real a través de un sensor que se inserta en la piel mediante una punción sencilla. En el interior de la piel permanece un pequeño filamento indoloro, que sirve para medir la glucosa cada 5 minutos durante aproximadamente 1 semana y transmite el resultado, bien a un receptor para tal fin, bien a la bomba de insulina e incluso a un teléfono móvil.

Las mediciones se realizan en lo que se conoce como líquido intersticial, es decir, el líquido que rodea las células que se encuentran debajo de la piel y mediante una conversión matemática permite conocer la concentración de glucosa en la sangre. La información que se genera permite realizar mejores ajustes del tratamiento en las personas con un control insuficiente o una inestabilidad de las glucemias.

Una de las principales ventajas de la comunicación entre el sensor y la bomba es la detección de las hipoglucemias y la parada automática de la infusión insulina en estas situaciones, de tal modo que se reactiva la administración de insulina cuando se ha corregido la hipoglucemia. Esto es especialmente útil y beneficioso para los pacientes con frecuentes hipoglucemias y en aquellos que no reconocen las hipoglucemias por las consecuencias que conllevan.

Financiada sólo en situaciones excepcionales

Esta tecnología, salvo en situaciones excepcionales, no está financiada por el Sistema Nacional de Salud. En la Comunitat Valenciana y, dentro de las líneas de actuación del nuevo Plan para la Asistencia Integral al Paciente Diabético, está el facilitar el acceso de esta tecnología a aquellas personas que más lo necesitan. La Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, asume este reto del que, a corto plazo, se beneficiarán más de 350 personas y, en adelante, todos aquellos que como consecuencia de la evolución de su enfermedad lo puedan necesitar.

Con esta finalidad, se han consensuado las indicaciones en las que, de forma prioritaria, se dará acceso a la terapia avanzada con bomba de insulina vinculada a la medición continua de glucosa. Esta labor la ha realizado el grupo de trabajo formado médicos especialistas en Atención Primaria, Pediatría, Endocrinología, enfermeras y educadoras de diabetes, Asociaciones de pacientes, Sociedades Científicas y representantes de la Conselleria.

Se trata de una iniciativa basada en las recientes recomendaciones de la Sociedad Española de Diabetes y de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica.