El cuidado óptimo de la salud bucodental en personas con diabetes resulta un hábito indispensable, y aún más en estos momentos de pandemia de coronavirus. Una correcta higiene bucodental, así como una rápida y eficaz intervención odontológica para prevenir o tratar trastornos en las encías, ayuda a evitar y/o controlar trastornos inflamatorios (como la periodontitis) que se originan en la boca pero que tienen repercusión en la salud general (debido a su carácter sistémico) y que suelen alterar el control glucémico en personas con diabetes.

Minimizar estos fenómenos inflamatorios y extremar el cuidado de la salud bucodental es crucial actualmente en este grupo de personas, sobre todo si se tiene en cuenta que ya tienen un riesgo más elevado que la población general de evolucionar peor y de sufrir mayor número de complicaciones (incluida la muerte) si desarrollan la COVID-19.

Grupo de riesgo

Concretamente, de los cinco millones de diabéticos que se calcula existen en España, el 40% tendría una edad superior a los 65 años, lo que sumaría dos factores de riesgo importantes para el peor pronóstico de sus salud bucodental ante esta infección vírica. Así lo exponen desde el Grupo de Trabajo sobre ‘Diabetes y Enfermedades Periodontales’, integrado por expertos de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA).

Según destacan, “las personas con diabetes son un grupo de riesgo importante en la situación en la que nos encontramos y, por eso, además de ser más cuidadosos en general durante esta etapa de confinamiento, deben extremar sus medidas higiene dental e interdental, apoyándose también en la utilización de antisépticos orales”.

Por el mismo motivo, se aconseja que estas personas con diabetes no posterguen su consulta al dentista ante la emergencia de cualquier evento reseñable o riesgo de su salud bucodental. Ante una infección periodontal, sangrado gingival importante, supuración o abscesos periodontales, según recomienda la periodoncista y secretaria de este Grupo de Trabajo Cristina Serrano Sánchez-Rey, “es conveniente que contacten con su dentista para valorar la necesidad de algún tipo de tratamiento periodontal de urgencia, con el objetivo de evitar situaciones que puedan influir de manera negativa en su salud general”. Por otro lado, indica esta experta de SEPA, “es fundamental también que se alimenten de manera sana y equilibrada y que, en la medida de las posibilidades que nos ofrece esta situación, realicen ejercicio físico a diario”.

Periodontitis y diabetes: impacto mutuo

Y es que una de las complicaciones asociadas a la diabetes es la periodontitis, enfermedad de las encías de origen infeccioso y de naturaleza inflamatoria crónica que se produce como consecuencia de un desequilibrio entre la agresión bacteriana y la respuesta inmune del paciente frente a la misma.

En el caso de la persona con diabetes, su respuesta inmune e inflamatoria exagerada provoca que la infección y destrucción de los tejidos periodontales sea más grave, y evolucione más rápidamente que en un individuo sin diabetes, sobre todo en aquellos con peor control glucémico. Además, como apunta el Dr. Juan Girbés, endocrinólogo y coordinador de este Grupo de Trabajo, “esa infección local podría extenderse, ya que tanto bacterias como mediadores inflamatorios pueden entrar en la sangre, produciéndose una inflamación sistémica, asociada a la elevación de las citoquinas proinflamatorias”; toda esta situación, asegura, “provocaría una resistencia a la insulina, que podría alterar su control glucémico”.

Este incremento de la carga inflamatoria y riesgo para su salud bucodental asociada a la periodontitis puede resultar de especial y negativa trascendencia en el caso de tener diabetes y padecer COVID-19. Actualmente, se sabe que las personas que presentan comorbilidades previas, como diabetes, enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial, tienen un riesgo más elevado de recuperarse más lentamente, evolucionar peor y de sufrir mayor número de complicaciones (incluida la muerte) si desarrollan la enfermedad causada por el SARS-Cov-2.