Desde Canal Diabetes, nuestro preparador físico Rubén Ramírez, reflexiona sobre lo que podemos hacer los mayores, padres y madres, para conseguir que nuestros niños hagan ejercicio y se muevan.

Las distracciones y tentaciones que tienen los peques a día de hoy son muchas. Los videojuegos, Internet, la televisión. Si a eso unimos una mala alimentación nos encontramos con un escenario en el que los niños de hoy en día son menos activos y eso implica mayores riesgos de sufrir enfermedades cardiovasculares como la diabetes o enfermedades respiratorias como el asma.

Tanto niños, adolescentes o mayores, tenemos que concienciarnos de que necesitaremos 3 ó 4 días de actividad física con una duración de 30 a 45 minutos aproximadamente. Esto sería lo aconsejable, si es más mejor, pero siempre con un control.

Ejercicios entretenidos

Los niños necesitan, desde muy pequeños que la condición física sea entretenida y divertida. La capacidad de concentración de un niño ronda los 20 minutos si se trata de trabajar físicamente, y sin embargo su capacidad de concentración para la consola y videojuegos es ilimitada. ¿Dónde está el problema? Que no les motiva nada lo relacionado con el deporte, porque piensan que es aburrido. Hay que buscar cuales son sus motivaciones desde muy pequeños.

Deporte en familia  

diabetes deporte y familia

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Una de las muchas y muy variadas formas de hacer deporte, es hacerlo en familia. Se puede hacer ejercicio todos juntos. Sólo es cuestión de organizarse. Hay que proponer diferentes opciones, para que todos los miembros de la familia puedan disfrutar y beneficiarse de los efectos positivos del ejercicio.

 El ejemplo de los padres

Los niños repiten las conductas de los mayores. Desde muy pequeños nos tienen que ver hacer deporte, para que ellos lo imiten. Los padres son el ejemplo para sus hijos, por lo tanto, habrá que mostrarles unos hábitos de vida saludables para que los niños los vayan interiorizando a favor de su salud y su futuro bienestar.

Evitar la competición

Buscar situaciones en las que no se compita, que no sean excesivamente rígidas, y que el único objetivo sea disfrutar, como una salida en familia. Conforme vayamos introduciendo el ejercicio en sus vidas, de manera divertida y controlada, ellos nos reclamarán más.

Por ejemplo, una salida en bicicleta todos juntos por un valle cercano o por el paseo de la playa, hará que los niños disfruten. Otras opciones como ir al parque, aprender a ir en patines son muy recomendables, aunque cada familia debe organizarse según sus gustos y necesidades.

Resumen

Conforme los niños van creciendo, se vuelven más competitivos, por eso posteriormente reclaman estar en algún equipo (fútbol, baloncesto, voleibol,…) o en algún deporte individual (tenis, atletismo, natación,…). No les privemos de ese deporte que le aportará beneficios a nivel de salud y la aportará unos valores que el deporte inculca de forma natural. Como el trabajo en equipo, la puntualidad, el respeto al rival, o la responsabilidad.

Los padres somos el ejemplo que los niños tienen que seguir. Los niños viven lo que aprenden.