En un estudio que involucró a 2.861 participantes, los autores hallaron que el aislamiento social aumenta el número de personas diagnosticadas con diabetes tipo 2, en comparación con aquellas personas con redes sociales más grandes.

Los hallazgos, publicados en la revista de acceso abierto BMC Public Health, apuntan que promover la integración social y la participación puede ser un objetivo prometedor en las estrategias de prevención de la diabetes tipo 2, según los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Maastricht, Países Bajos.

Uno de los miembros del equipo, la doctora Miranda Schram, subraya: «Los grupos de alto riesgo para la diabetes tipo 2 deberían ampliar su red y deberían alentarles a hacer nuevos amigos, así como a convertirse en miembros de un club, como una organización de voluntarios, un club deportivo o un grupo de debate evitando el aislamiento social. Dado que los hombres que viven solos parecen estar en mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, deberían ser reconocidos como un grupo de alto riesgo en la atención médica. Además, el tamaño de las redes sociales y la participación en actividades sociales pueden eventualmente utilizarse como indicadores del riesgo de diabetes».

La autora principal del estudio, Stephanie Brinkhues, destaca: «Somos los primeros en determinar la relación de una amplia gama de características de redes sociales, como el apoyo social, el tamaño de la red o el tipo de relaciones, con diferentes etapas de la diabetes tipo 2. Nuestros hallazgos apoyan la idea de que resolver el aislamiento social puede ayudar a prevenir el desarrollo de la diabetes tipo 2».

Se descubrió que la participación social en clubes y grupos era beneficiosa. La falta de participación en clubes u otros grupos sociales se vinculó con un 60 por ciento más de probabilidades de prediabetes y un 112 por ciento más de probabilidades de diabetes tipo 2 en mujeres en comparación con aquellas con un metabolismo de glucosa normal. En los hombres, la falta de participación social se asoció con 42 por ciento más de probabilidades de diabetes tipo 2.

Al observar las redes sociales de los participantes, el estudio encontró que cada caída en un miembro de la red se asoció con una probabilidad del 5 al 12 por ciento más alta de diabetes tipo 2 recién diagnosticada o diagnosticada previamente, en comparación con aquellos con metabolismo de glucosa normal.