Los autores de un pequeño estudio concluyen que la administración de suplementos de vitamina C en la dieta de una persona representa una estrategia de vida eficaz para reducir la constricción de los vasos sanguíneos que se incrementa en adultos con motivo del sobrepeso y obesidad, y que en muchas ocasiones acaban derivando en una diabetes de tipo 2. De hecho ese estudio asegura que la vitamina C puede ser igual de eficaz en su labor preventiva como la práctica de ejercicio.

El estudio se realizó sobre 35 adultos obesos o con sobrepeso, y se comparó los efectos de la vitamina C y el ejercicio sobre la proteína conocida como la endotelina-1, que tiene una acción de constricción en los vasos sanguíneos pequeños. La actividad de la proteína se eleva en las personas con sobrepeso y obesidad, y debido a esta alta actividad de la endotelina-1, los vasos pequeños son más propensos a la constricción, cada vez menos sensible a la demanda del flujo sanguíneo y por consiguiente al aumento del riesgo de enfermedad vascular.

El estudio se presentará en la próxima Conferencia Internacional de la Sociedad Americana de Fisiología que tendrá lugar en Savannah.

Los investigadores explican que el ejercicio se ha demostrado que reduce la endotelina-1, pero su actividad en una rutina diaria puede ser un reto que muchas veces no se consigue.

En junio de 2013, se informó de que el consumo de vitamina C puede reducir el riesgo de las personas con asma en desarrollo broncoconstricción inducida por el ejercicio. De tal manera, que estos investigadores lo que vienen a confirmar es que la vitamina C no sólo previene de un resfriado, si no que además, una dosis diaria de la misma podría ayudar a que los vasos sanguíneos funcionen mejor, no se bloqueen y deriven en una situación que complique una diabetes tipo 2.