La Spirulina es un alga que se suele encontrar en agua dulce y al parecer según las últimas investigaciones de un grupo de científicos mexicanos del Instituto Politécnico Nacional tiene funciones farmacológicas que pueden ayudar en el control de la diabetes, así como propiedades beneficiosas para las personas con el colesterol elevado.

El doctor Germán Chamorro Cevallos, lleva mucho tiempo realizando investigaciones sobre la farmacología y toxicología de la Spirulina. Por cierto, un alga, la Spirulina que actualmente es usada como complemento alimenticio humano por su rico contenido en proteínas (65%). La Spirulina también es rica en vitaminas, minerales, ficocianina y compuestos antioxidantes.

Históricamente, según información recogida en los libros, los aztecas consumían Spirulina como parte de su dieta y en tribus de África Central, también se consumía la Spirulina en forma de galletas. Es decir, que no es una desconocida por lo menos para las anteriores generaciones.

La novedad de los estudios del IPN se centran ahora en conocer cuales son las propiedades de la Spirulina no tanto como alimento sino como medicamento.

El investigador de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas afirma que su equipo ha recibido apoyo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para estudiar, en animales, los efectos farmacológicos y toxicológicos de la Spirulina, pues existen antecedentes de que el consumo excesivo de ciertos tipos algas puede provocar daños a la salud humana.

Spirulina

Spirulina

Los estudios del doctor Chamorro Cevallos le permiten afirmar que “la spirulina puede ser útil como coadyuvante en el tratamiento de la diabetes, en el control de los niveles elevados de colesterol, en padecimientos cardiovasculares, en efermedades del sistema inmune, en alergias, e infecciones virales, entre otras enfermedades”.

No se pretende que la Spirulina sustituya a los medicamentos utilizados actualmente para el tratamiento de la diabetes, la hipercolesterolemia (niveles altos de colesterol) u otros padecimientos para los que, desde el punto de vista experimental, se ha comprobado su utilidad. Se recomienda, más bien que se emplee como coadyuvante de los fármacos ya existentes. Es necesario recordar que el empleo de productos naturales está, en forma general, exentos de producir efectos indeseables.