Investigadores mexicanos están desarrollando unos sensores luminosos para analizar sustancias en sistemas vivos y así detectar la diabetes mellitus tipo 2. Los sensores luminosos emiten luz en presencia de moléculas con relevancia biológica asociados con la hemoglobina glicosilada, los cuales pueden servir en futuras investigaciones como herramientas químicas para la detección oportuna de la enfermedad.

En entrevista con la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), el encargado de la investigación, Alejandro Dorazco González, explicó que entre la luz y la química hay una relación directa. En este sentido, el académico explicó al Universal que los quimiosensores son capaces de analizar las sustancias vitales en los sistemas vivos y con importancia ambiental, como la síntesis de proteínas o transporte de oxígeno.

“La química supramolecular estudia la asociación de las moléculas, y es relevante porque una gran variedad de las propiedades macroscópicas de la materia depende del acomodo tridimensional de estas moléculas”, explicó el investigador. Dorazco González explicó que los sensores luminosos son moléculas que poseen color o fluorescencia de cualquier tipo, como la quimioluminiscencia, fosforescencia y luminiscencia, que en presencia de analitos de interés biológico, ambiental o químico, cambian sus propiedades fotofísicas.

Por ello, y con el objetivo de cuantificar la hemoglobina glicosilada y así tener un mejor diagnóstico y control de diabetes mellitus tipo 2, el investigador trabaja en el desarrollo de nuevos sensores luminosos que se asocien con la hemoglobina glicosilada. Este método, aseguró, “puede servir como una herramienta química para el diagnóstico de la enfermedad”.