El 51% de los españoles con diabetes se declaran estresados por esta enfermedad. Es una de las conclusiones más llamativas del “Estudio de actitudes ante la diabetes, deseos y necesidades 2” (DAWN2 en sus siglas en inglés), divulgado hoy por la Sociedad Española de Diabetes (SED), su Fundación (FSED) y el Servicio de Endocrinología del Hospital Virgen de la Salud de Toledo en colaboración con Novo Nordisk.

El 17% de los pacientes con diabetes españoles encuestados en DAWN2, más que estresados, se consideran directamente deprimidos. Y hasta un 19% dicen sentirse socialmente discriminados por padecer diabetes. La situación se revela similar al preguntar a sus familiares, el 45% de los cuales aseguran tener altos niveles de estrés por las preocupaciones que les ocasiona la enfermedad de su pariente. El 37% se sienten, además, frustrados al desconocer la mejor forma de ayudarlo.

Según el Dr. José López, Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, “en el estrés de los pacientes con diabetes influyen numerosos factores vinculados a la vida que tienen que llevar por esta enfermedad. Son personas que deben encargarse de determinar su nivel de glucosa en sangre, valorar los resultados de ésta y adoptar decisiones al respecto, planificar y estructurar hábitos alimenticios en entornos cambiantes, con horarios de trabajo poco flexibles y almuerzos habitualmente fuera de casa, sacar tiempo para practicar ejercicio físico… Todo lo cual afecta, asimismo, a los padres en el caso de los menores, a la relación de pareja o a cualquier otro familiar que ayude al paciente”.

El autocontrol de la diabetes requiere, evidentemente, de cierta formación por parte de los pacientes con diabetes y sus familiares. Sin embargo, más del 40% de las personas con diabetes sondeadas afirman no haber participado nunca en programas formativos sobre su enfermedad, porcentaje que asciende hasta el 78% en el caso de sus familiares. Cuando preguntas parecidas se trasladan a los profesionales sanitarios, el 65% se manifiestan a favor de incrementar la formación de pacientes y familiares y el 66% demanda más educadoras en diabetes, es decir, enfermeras con una capacitación específica, tanto médica como pedagógica, para formar sobre el control y el seguimiento de la enfermedad.

Entrando más al detalle, el 85% de los profesionales sanitarios encuestados para DAWN2 aseguran que el único recurso formativo con que cuentan para los pacientes con diabetes y sus familiares son folletos impresos. Sólo el 47% hace referencia a actividades presenciales en grupo y el 45%, a páginas web. En cualquier caso, la comunicación entre médicos y pacientes, con independencia de los recursos, se revela susceptible de una gran mejora. Por ejemplo, menos del 30% de las personas con diabetes dicen que sus médicos les preguntan sobre la evolución del tratamiento que siguen y sus efectos cuando acuden a consulta, frente a casi el 88% de los profesionales que afirman hacerlo.

Temor a las hipoglucemias

Las complicaciones más habituales a las que puede enfrentarse una persona con diabetes son las hipoglucemias. Consisten en la disminución de los niveles de glucosa en sangre que provocan alteraciones en el cuerpo y, si no se atajan adecuadamente, a nivel cerebral, pudiendo desembocar, en los casos más graves, en un coma hipoglucémico. Se producen cuando no se compensa el efecto reductor del nivel de glucosa que aportan los tratamientos con el consumo de suficientes hidratos de carbono o cuando se hace demasiado ejercicio.

Hasta un 78% de los pacientes con diabetes  muestran su temor a sufrir una hipoglucemia, miedo que comparte el 61% de sus familiares. “Por ello -concluye el Dr. José López-, la investigación en diabetes avanza hacia tratamientos que, junto al adecuado control glucémico, aporten extras como la disminución del riesgo de hipoglucemias o la flexibilidad en su administración, teniendo en cuenta la situación de estrés que genera el hecho de padecer una enfermedad como ésta y la dificultad, en ocasiones, de medicarse siempre a la misma hora y ajustar el tratamiento a las diferentes condiciones de la vida laboral, familiar y social de cada uno”.