El grupo de Investigación Clínica y Traslacional Cardiovascular de Murcia ha demostrado que la metformina, un medicamento oral de uso común en el tratamiento de la diabetes, es capaz de prevenir el daño cardíaco producido por la antraciclina, que es el agente antitumoral más utilizado en cánceres ‘no sólidos’, es decir, hematológicos, como linfomas o leucemias, sin excluir su uso en otros de tipo sólido como los sarcomas.

La investigación comenzó hace ya cinco años, al detectar que la metformina es el único antidiabético que, hasta ahora, ha demostrado que los pacientes que lo toman tienen menos mortalidad por motivos cardiovasculares. Se trata del medicamento más antiguo que se utiliza para combatir la diabetes y el que tiene un precio más económico. A pesar de ello, las sociedades científicas recomiendan todavía que sea el primer fármaco en administrar a los pacientes con diabetes, porque es el que ha demostrado más beneficio clínico en lo que respecta a la protección cardiovascular.

Por otro lado, los investigadores murcianos estaban preocupados durante los últimos años porque un tratamiento de quimioterapia contra el cáncer, las antraciclinas o doxorrubicina, provocaba daños en el corazón en el 26 por ciento de los pacientes, es decir, en uno de cada cuatro.

El problema es que este fármaco antitumoral daña las células cancerígenas pero tiene como efecto colateral el daño en las células cardíacas, y es algo que no se ha podido superar con los años, a pesar de que cada vez hay más tumores y el medicamento se utiliza cada vez más, por ser muy eficaz frente a ellos.

metformina

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El ICTC de Murcia fue pionero en realizar este hallazgo y ha descubierto que el fármaco antitumoral daña el sistema energético de las células cardíacas, es decir, las mitocondrias. Sin embargo, la metformina ejerce el efecto contrario y protege, precisamente, las mitocondrias gracias a una serie de moléculas que gestionan de manera más eficaz esa zona energética, protegiéndola del estrés oxidativo y de la sobrecarga de hierro. Este hallazgo se presentará en el próximo Congreso Europeo de Cardiología a celebrar en Amsterdam.

Además, los científicos del ICTC han descartado que este fármaco antidiabético disminuya el efecto del tratamiento antitumoral, por lo que ambos medicamentos se complementan.

Y es que el tratamiento antitumoral con antraciclinas ataca, precisamente, el núcleo de las células tumorales, que es muy activo y se reproduce rápidamente; mientras que el antidiabético no interfiere en este proceso, sino que se limita a proteger el sistema energético mitocondrial e incluso facilitaría el tratamiento contra las células cancerígenas.

De momento, este antidiabético no se administra todavía para contrarrestar el efecto del antitumoral, pero la investigación ha abierto la puerta a la protección de los pacientes con metformina, un medicamento conocido, disponible y barato.