Hace unos días que Susana Ruiz regresó de su último reto, cruzar los glaciares de Groenlandia con su diabetes tipo 1 en la mochila. Ya de vuelta a España e instalada en su casa una vez más atiende a Canal Diabetes para contarnos todos los detalles de su fría aventura este verano.

Pregunta: ¿Cómo valoras en general tu viaje a Groenlandia?
Respuesta: Este viaje ha sido muy diferente al del año pasado en Nepal. Físicamente ha sido menos exigente porque no estaba la altitud y los desniveles no eran importantes, pero la dificultad la he encontrado en el mayor grado de aislamiento. He estado durante muchos días envuelta en una naturaleza muy salvaje, sin ningún pueblo o ciudad alrededor. Solo visitamos tres pueblos en 15 días para comprar provisiones y no en todos ellos había oportunidad de comprar algo. Paisajes increíbles e impresionantes, naturaleza sin adulterar. He descubierto un lugar con muchas posibilidades para llevar a cabo retos y aventuras.

Hemos recorrido el sur de Groenlandia donde el clima es más amable, sobre todo en verano. Donde además de trekkings sobre glaciares hemos realizado caminatas sobre tundra. Hemos visto paredes verticales imposibles de ascender sin escalar , de belleza incalculable. La travesía con el kayak me encantó, íbamos viendo como los Icebergs nos rodeaban recordándonos la importancia de controlar bien la embarcación para no volcar. También hemos sentido el viento y la bajada de la sensación térmica en los traslados en Zodiac. No existen carreteras, o caminas o navegas entre glaciares.

Hicimos una incursión al Inlandis, donde empieza la capa polar de Groenlandia. Fue una experiencia única, había que tener cuidado con las grietas y las trampas que conlleva caminar sobre los glaciares, pero fue una barbaridad y un privilegio estar allí. Pensar que a partir de allí se extienden 3500 km de capa de hielo que se unen con el polo norte¡¡¡

P: ¿Dónde han estado los principales riesgos y problemas?
R: La dificultad de este viaje como comentaba se encontraba en el aislamiento. Durante el año pasado durante el trekking en Nepal tenía la seguridad de poder comprar o tomar algo en alguna casa-tienda nepali, hay numerosos durante el recorrido. Pero aquí dependía tan sólo de los aprovisionamientos que llevaba. Además los horarios eran muy diferentes, cada día comíamos o desayunábamos a una hora, también cambiábamos de actividad, o navegación o trekking. Por eso me costó controlar más mi glucosa que en Nepal, porque no existía una “rutina”.

Ello, me llevó a utilizar más Gluc Up 15 de los que había previsto los primeros días y me empecé a agobiar con la idea de que no me dieran de sí para toda la travesía. Al final, conseguí hacerme a la “nueva no rutina” y controlé mi glucosa anticipándome con el medidor Dexcom G4 .

Otra dificultad residió en la falta de cobertura en los glaciares para enviar mis datos a mi equipo médico. Como he dicho estaba más incomunicada que en Nepal. Además hubo dos días que el Glucómetro LX plus y Dexcom daban datos diferentes, justo coincidió con el día que vimos AURORAS BOLEARES¡¡¡ Lo anoté para comentárselo tanto a Novalab como a Menarini, ya que me pareció un dato curioso. El resto de días funcionaron de maravilla. Dormíamos en tienda de campaña, por las noches las temperaturas eran de unos 4 o 5 grados y no hubo ningún problema con ninguno de los aparatos ni tampoco con la insulina. Además cabe recordar que sufrí un accidente con la bici de montaña dos meses antes que me provocó una lesión en la rodilla con lo que aterricé en Groelandia en peor forma física de lo deseado. Aunque gracias al ánimo de todos vosotros conseguí culminar el reto.

Glaciares con diabetes Susana Ruiz

Glaciares con diabetes Susana Ruiz

P: ¿Cómo pudiste controlar con tan bajas temperaturas tu glucemia, sabemos que con el frío las insulinas se comportan de otra manera?
R: Las temperaturas no fueron tan extremas, como he comentado durante el día, 7 u 8 grados, excepto cuando íbamos en Zodiac que la sensación térmica bajaba una barbaridad, elemento que si notaba que me influía y que además me agotaba físicamente si el mar estaba “alterado”… tendría que determinar si era el frío o la tensión con la que iba montada….jaja.

P: ¿Algún capítulo de hipoglucemia o hiperglucemia durante tu aventura?
R: No llegué a sufrir ninguna hipoglucemia importante. Con el medidor Dexcom y Gluc up 15 los solventaba bien porque me anticipaba. Sin embargo si tuve algún día alguna hiperglucemia, pero era por el alto incide glucémico de las comidas al medio día, que lograba controlar haciéndome más veces controles con el Glucómetro y ajustando la humalog además de observar la tendencia del medidor. Todo ha quedado registrado en la aplicación de Menadiab Mobile así que ahora toca observar los datos y sacar conclusiones de todos los factores que hayan influido en el control durante esos días.

P: ¿Cómo es Groenlandia, quien vive allí, has conocido a alguien?
R: Mágica, naturaleza sin adulterar, salvaje, fuerte. La gente es muy amable, son inuits, gente tranquila y pausada que vive principalmente de la pesca. Los pueblos (hemos visitado alguno para comprar provisiones) eran pequeños y habían respetado hasta las piedras del lugar al construir las casas. La gente pese al duro clima y condiciones que tienen que soportar era muy cálida y agradable. Fuimos a cenar a casa de una familia inuit que vivía en mitad de la nada en un paraje hermoso. Comimos pescado y puré.
En Nanortalik, el pueblo que más me gusto, nos invitaron a tomar café ya que estaban celebrando un cumpleaños¡¡¡

Ahora están teniendo problemas precisamente con la diabetes porque ha repuntado con la introducción de los malos hábitos de la vida moderna.

Creo que la naturaleza es tan salvaje que es de los pocos sitios de la tierra donde el ser humano ha tenido que adaptarse a la naturaleza y no la ha adulterado o cambiado como en otros sitios, simplemente por la complejidad del lugar. Conocí a Ramón Larramendi, aventurero increíble al que le trasladé mi proyecto y le comenté el motivo de mi visita a Groelandia.

P: ¿Cuál es tu próximo reto, en que trabajas ahora?
R: Ahora estoy asimilando todavía lo vivido, además necesito unos meses de meditación para ver el próximo reto, pero ya tengo varias ideas. Ascensión Montblanc, Transpirenaica o volver a Groelandia más al norte para realizar una Travesía con cazadores inuits con trineo de perros. Veremos lo que el tiempo nos depara.

De momento junto con mi marido el compañero de batalla y autor de todas las fotos, hemos iniciado el entrenamiento para prepararnos para la siguiente, pero sobre todo para seguir disfrutando de la montaña.

Este proyecto va creciendo y espero que ayude para motivar a más personas con diabetes a cumplir sus sueños.

Puedes seguir todos sus avances en esta web: http://susanaruizmostazo.com/