La actual forma de diagnosticar diabetes tipo 2 utilizando los niveles de glucosa en sangre debería ser revisada con urgencia sugiere una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Manchester y del King College de Londres y que hemos podido leer en Mendial News.

Los resultados de esa investigación han sido publicados en la revista PLoS ONE y muestran que con el método actual de diagnóstico (usando sólo los niveles de glucosa en la sangre) los pacientes se diagnostican demasiado tarde y eso tiene peores consecuencias para la salud de las personas.

La diabetes tipo 2 afecta a más del 90% de todos los adultos con diabetes y puede provocar serios daños en el corazón y en los vasos sanguíneos y por ende en el resto de los órganos vitales. La diabetes tipo 2 está estrechamente vinculada a los crecientes niveles de obesidad, a la falta de ejercicio, las dietas poco saludables y envejecimiento de nuestra población.

El estudio se centró en un grupo de mujeres con riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Los investigadores examinaron los marcadores bioquímicos en la sangre antes de que la glucosa fuera elevada. Sus hallazgos mostraron que los cambios en los metabolitos de grasa en sangre – partículas de origen natural que conforman las grasas de la sangre – parecen ser buenos indicadores de diabetes tipo 2. Los cambios en estas partículas fueron detectados antes que los cambios en la glucosa sanguínea que es el indicador habitual de la diabetes tipo 2 o la prediabetes.

El Profesor Kennedy Cruickshank, autor principal del estudio y profesor de Medicina Cardiovascular y Diabetes, en la División de Nutrición del King College de Londres, anteriormente en la Universidad de Manchester, asegura que los hallazgos de su equipo pueden ser importantes para el diagnóstico futuro y para los tratamientos de la diabetes tipo 2. «El método actual de de diagnóstico de la diabetes tipo 2 únicamente por el nivel de glucosa de un paciente significa que muchos pacientes ya habrán sufrido daños en los vasos sanguíneos y experimentarán resultados peores».

Los autores sostienen que por este motivo los tratamientos en lugar de concentrarse exclusivamente en bajar la glucosa, deberían centrarse en mejorar la salud de los vasos sanguíneos. Es por tanto el momento, si se confirma esta investigación, de que la definición de la diabetes tipo 2 se haga no sobre la glucosa sino sobre la base de la distribución de los metabolitos de grasa en la sangre.

Un diagnóstico previo de diabetes tipo 2, antes de que está se desarrollara como tal, podría conseguir mejorar la situación de las personas en riesgo desde el principio, pero lo más importante, permitiría el asesoramiento sobre la modificación del estilo de vida (más deporte, mejor alimenatción) antes del impacto de la diabetes tipo 2.

Los investigadores necesitan ahora para validar este enfoque alternativo para el diagnóstico, tratamiento y prevención de la diabetes tipo 2.