Los pacientes con diabetes tipo 2 tienen un 20 por ciento más de riesgo de sufrir una fractura de cadera desde el diagnóstico, según ha puesto de manifiesto un estudio realizado por el Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP) Jordi Gol.

Para llevar a cabo el análisis se seleccionaron todos los pacientes diagnosticados de diabetes mellitus 2 entre 2006 y 2010 de la base de datos del sistema de información para el desarrollo de la investigación primaria (SIDIAP), a quienes emparejaron con dos pacientes sin diagnóstico de la enfermedad del mismo sexo, edad y centro de referencia.

Se identificaron 58.483 diabetes tipo 2 y 113.448 controles, con una edad media de 62 años, el 56 por ciento hombres. Ambos grupos fueron seguidos desde el momento en que el paciente con diabetes tipo 2 fue diagnosticado y se recogieron datos sobre cualquier fractura, excepto cráneo, dedos, manos y pies, así como las relacionadas con complicaciones de la diabetes tipo 2 y otros factores asociados al aumento de riesgo de sufrir fracturas o caídas (enfermedades, fármacos).

«Hemos centrado nuestra investigación en el análisis de la relación entre la diabetes reciente y las tasas de fractura osteoporótica, fractura de cadera, hasta 6 años después de la detección de la enfermedad, ya que en este periodo las complicaciones y los efectos adversos de los tratamientos son poco frecuentes», ha explicado el investigador principal del estudio y miembro del Grupo de Investigación en Enfermedades Prevalentes del Aparato Locomotor en Atención Primaria (GREMPAL), Daniel Martínez.

Teniendo en cuenta los resultados del estudio, los investigadores del IDIAP Jordi Gol consideran que hay que profundizar en la evaluación de las causas del aumento de riesgo de fractura de cadera en los estadios iniciales de la diabetes tipo 2.

«Hay que hacer investigación para establecer los principales factores de riesgo de fractura de cadera en la población diabética tipo 2, que pueden diferir de los observados en la población general, y diseñar una herramienta predictiva específica, así como establecer la eficacia de la disposición de terapias contra la osteoporosis para reducir fracturas para este tipo de pacientes», ha señalado Martínez.