La diabetes mellitus no es una enfermedad exclusivamente de los humanos. La presencia de diabetes en perros y gatos, es en los últimos 30 años cada vez mayor. Tanto los perros como los gatos pueden necesitar tener controlada y regulada la cantidad de azúcar en sangre a través de controles diarios y mediante la administración de insulina. Sin embargo los perros tienen mayoritariamente un tipo de diabetes y los gatos otra.

Canal Diabetes ha podido entrevistar a uno de los máximos conocedores de diabetes en perros y gatos en el mundo. Se trata del profesor Edward C. Feldman de la Universidad California-Davis. En su opinión en general los perros y los gatos desarrollan una diabetes similar a la de los humanos.

Perros con diabetes

En el caso de los perros, mayoritariamente, el tipo de diabetes que presentan es la tipo 1. Los dueños de estas mascotas no tienen elección. Si quieren tratar de forma correcta a sus animales deben ponerles varias veces al día inyecciones durante toda su vida.

Como ocurre también en los humanos, la cuestión genética también juega sus cartas. Por ese motivo las razas más propensas a desarrollar diabetes tipo 1 son los beagle, los caniches, los schnauzer miniatura, los teckel y los golden retriever, entre otros.

Diabetes en perros y gatos

Diabetes en perros y gatos

Gatos con diabetes

El caso de los gatos es diferente. Según el profesor Feldman, los gatos mayoritariamente presentan diabetes tipo 2, es decir una deficiencia de insulina que han adquirido por sus malos hábitos de vida. Según Edward Feldman lo que las personas han hecho en los últimos 30 años es sacar a los gatos de la calle para meterlos en casa. De esa forma no sólo se ha privado a los gatos de su ejercicio diario, sino que además se les ha cambiado la alimentación por piensos. Esos piensos están cargados de carbohidratos, cuando la dieta habitual de los gatos se compone a base de proteínas. De alguna forma se ha recreado para los gatos la misma fórmula que provoca la aparición de la diabetes tipo 2 en las personas.

La diferencia en el tratamiento de los gatos con diabetes tipo 2, en comparación con los perros, es que las inyecciones de insulina se pueden aplicar con un tiempo limitado. Si cambia la dieta de la mascota y sus hábitos son menos sedentarios, la aplicación de la insulina puede llegar a desaparecer.

Desde los colegios veterinarios e instituciones que tratan con la salud de estos animales se recomienda la prevención como mejor arma. Es necesario al primer síntoma de cansancio de la mascota o de abundante micción, acudir al veterinario. De esta forma se evita acudir al profesional cuando la diabetes en perros y gatos o sus complicaciones son irreversibles.

En conclusión que la diabetes en perros y gatos es muy similar, por no decir idéntica, a la que padecemos los seres humanos.