La mejor manera de prevenir una retinopatía diabética es someterse a revisiones periódicas, llevar un estricto control metabólico de los factores de riesgo (glucemia, presión arterial, etc.) y adoptar hábitos de vida saludables. Todo ello resulta básico para mantener a raya la diabetes y frenar el avance de la retinopatía diabética, que suele ser asintomática en su fase inicial. Una serie de consejos claves que nos recuerda IMO en esta sección sobre oftalmología que hemos puesto en marcha recientemente.

A medida que la enfermedad va avanzando, se pueden producir los siguientes síntomas:
• Visión borrosa y pérdida gradual de agudeza visual.
• Manchas o “moscas volantes”.
• Sombras o áreas de visión perdidas.
• Dificultades en la visión nocturna.

Un ejemplo de esos síntomas se pueden ver en el siguiente vídeo.

Cualquiera de estos signos de alerta debe llevarnos de inmediato a visitar al especialista ya que prevenir una retinopatía diabética determinará el grado de efectividad del tratamiento

Abordaje integral

Además de la implicación de los pacientes, la colaboración entre oftalmólogos, optometristas, endocrinólogos y educadores en diabetes también es clave para un manejo integral de la patología y de sus complicaciones oculares, evitando que lleguen a fases severas. En definitiva prevenir una retinopatía diabética se trata de una labor de todos.
El tratamiento precoz y adecuado de la enfermedad –mediante fotocoagulación con láser, inyecciones intravítreas o vitrectomía– evita ceguera en más del 90% de los casos. Por ello el diagnóstico precoz es clave, ya que permite actuar cuando el daño retiniano es todavía incipiente. Dado que la retinopatía diabética suele ser asintomática en esta fase, es fundamental someterse a revisiones periódicas de la retina –como mínimo anuales–. Los especialistas del IMO recuerdan la importancia de adoptar medidas preventivas para mejorar el pronóstico de la enfermedad o retrasar su aparición, entre las que destacan realizar un control estricto de la glicemia, de la presión arterial y de los lípidos plasmáticos, además de evitar el tabaco.

En este vídeo el Dr. Borja Corcostegui asegura que “la clave es el diagnóstico precoz” y recomienda exámenes por lo menos anuales para ver cómo evoluciona su retina. “Si ya tiene problemas, el seguimiento tiene que ser más intenso. Tiene un buen tratamiento si se inicia al comienzo de la enfermedad. Si no, es mucho más complejo”, afirma el especialista

Calendario de visitas recomendado

En líneas generales, este es el calendario de visitas oftalmológicas recomendado para pacientes diabéticos con la intención de prevenir una retinopatía diabética, en función del tipo de diabetes, el tiempo de evolución y el grado de retinopatía diabética (con o sin edema macular):

SIN SOSPECHA DE RETINOPATÍA DIABÉTICA
Tipo 1 (menos de 10 años de evolución) a los 3 años del debut seguimiento anual
Tipo 2 en el momento del diagnóstico seguimiento anual
Embarazada durante el primer trimestre seguimiento trimestral

CON RETINOPATÍA DIABÉTICA

No proliferativa leve sin presencia de edema macular cada 12 meses
No proliferativa leve con presencia de edema macular cada 3-4 meses (si no requiere tratamiento)
No proliferativa moderada sin edema macular cada 6 meses
No proliferativa moderada con edema macular cada 3 meses (si no requiere tratamiento)
No proliferativa severa sin edema macular cada 4 meses
No proliferativa severa con edema macular cada 3 meses (si no requiere tratamiento)
Proliferativa Variable, en función